Corea del Norte disparó este viernes al menos un misil balístico no identificado hacia el mar del Este (mar de Japón), informaron las fuerzas armadas surcoreanas, en un nuevo gesto de presión que agrava las tensiones en la región y refleja el estancamiento del diálogo con Washington y Seúl.

Según el Estado Mayor Conjunto de Corea del Sur, el proyectil fue lanzado alrededor de las 12.35 desde una zona situada al norte de Pyongyang y recorrió unos 700 kilómetros antes de caer en aguas fuera de la zona económica exclusiva de Japón.

La primera ministra japonesa, Sanae Takaichi, confirmó que no se registraron daños ni heridos tras la caída del misil.

En Tokio, el ministro de Defensa, Shinjiro Koizumi, calificó los ensayos norcoreanos de “absolutamente imperdonables” y pidió acelerar la modernización militar del país. “Nunca es demasiado pronto para renovar nuestras capacidades de defensa”, afirmó el funcionario, antes de advertir que Japón no descarta “ninguna opción” para proteger a su población.

El gobierno japonés, además, convocó una reunión de emergencia del Consejo de Seguridad Nacional para analizar la situación y coordinar su respuesta junto a sus aliados.

Rusia respaldó la posición de Pyongyang

En contraste con la condena de Tokio y Seúl, Rusia expresó su apoyo a Corea del Norte. El vocero del Kremlin, Dmitri Peskov, declaró que “respetamos el legítimo derecho de nuestros amigos de la DPRK de garantizar su seguridad y tomar medidas para ello”.

El comentario refuerza la alianza estratégica entre Moscú y Pyongyang, que se ha profundizado en los últimos meses a medida que ambas naciones aumentan su cooperación militar y tecnológica, en medio de su distanciamiento con Occidente.

Un nuevo episodio en la escalada regional

El lanzamiento de este viernes se suma a una serie de pruebas de misiles balísticos y de crucero que Corea del Norte ha llevado a cabo en los últimos meses, pese a las advertencias de Estados Unidos, Corea del Sur y Japón.

El gesto llega en un contexto de tensión creciente en la península coreana, donde el régimen de Kim Jong-un busca mostrar poderío militar y reforzar su posición negociadora ante la comunidad internacional.